El motor de la historia no es ni la lucha de clases, ni de razas, ni de ideas. No es una dialéctica, ni una fenomenológia. El motor de la historia es la lucha de los grupos contra los y las anarquistas, no hay síntesis no hay dialéctica, no hay negociación con el ser que practica la desobediencia, que desentiende las normas, sean estás sociales, legales, económicas o biológicas, es el único sujeto revolucionario, el único motor del cambio, puesto que revela de un plumazo la ineficacia de la sociedad, de sus …