La lealtad no puede imponerse, la lealtad es un acto de libertad donde uno mismo elige a qué o a quiénes ofrecer su compromiso, su respeto y su afinidad. Al fin y al cabo, nadie puede demostrar un firme respeto a los demás si primero no se respeta a sí mismo. Las personas leales son, por encima de todo, personalidades honestas. Se rigen por un código que está siempre en sintonía con sus valores pero también con ese compromiso respetuoso con el otro, ahí donde no caben las traiciones, las mentiras o las actitudes interesadas. Estamos sin duda