“Como ven ya en la foto que es una mujer la que va a venir, obviamente ya algunos clientes te abren la puerta de otra manera, y pueden llegar a hacerlo sin ropa”. Asegura que decenas de hombres le han recibido semidesnudos, en calzoncillos. “Cuando te reciben sin ropa o con ese tipo de actitud, no les digo absolutamente nada. Marco mi distancia, les doy su pedido, y enseguida me marcho. Trato de ni mirarlos. Es muy fuerte trabajar como rider siendo a la vez migrante y mujer, sobre todo cuando tratas con este tipo de gente que te quiere humillar
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etiquetas: rider , mujer , acoso
El 90% de las veces no coincide la foto del repartidor con la persona que te lo lleva; además, yo por circunstancias de la vida he sido repartidor para Justeat y Glovo y, también, me ha abierto la puerta señoritas en bragas, mujeres ya mayores sin camiseta ni sostén, y por supuesto tíos asquerosos en calzoncillos. Sensacionalismo puro.
No será que como de costumbre siempre que te llevan algo es en el peor momento como por ejemplo cuando estás en la ducha y haces las cosas deprisa y corriendo para que no te hagan recorrerte medio kilómetro para recoger tu paquete en correos o en el sitio de turno???
Esta noticia la marcamos como bulo???
Lo que ocurre es que te interrumpen y vas deprisa y corriendo para recibir lo que sea.
Y si no tienes telefonillo porque vivas en un chalet?
El artículo es bulo desde la base que se cree la repartidora que ella es el centro del universo y todos quieren montárselo con ella. De hecho hubo un anuncio de amazon que ésto lo reflejó muy bien, le llevaron un pedido y el pollo con la toalla porque le hizo salir de la ducha. Ley de Murphy se llama.
Tu hablas de pedidos tipo Amazon donde no sabes quien es tu repartidor. De hecho ahi raramente he visto tias.
Mujeres sufren y denuncian algo. Y en manada, un montón de pollaheridas:
¡HI LOSH OMVRES KEEEEE!!!!!!!!
Y luego además hablan de victimismo
Si no sabes ni quien te va a entregar el envio como es que tu actitud viene marcada por el sexo del repartidor.
Es absurdo.
Se les ha olvidado mencionar el sesgo patriarcal de la infraestructura para la bici. Un no parar de opresiones.
Es increíble la cantidad de sal que gasta mi vecina