Cuando un presidente llega a la Casa Blanca, reporteros, opinadores y tertulianos de Estados Unidos inevitablemente acaban por mencionar “los cien días”, uno de los tópicos más manidos del periodismo político en cualquier democracia. Es una referencia a uno de los momentos centrales de la mitología presidencial americana, los cien primeros días de mandato de Franklin Delano Roosevelt, en 19331, y cómo en un corto, intenso, frenético espacio de tiempo, la nueva administración redefinió el país por completo.