Ayuso y Clouseau, no paran de decir y hacer gilipolleces que, a cualquier otra u otro, le hubieran costado el cargo, la salud, la libertad y quizá la vida, pero cuentan con una potra milagrosa. Lo asombroso es que la presidenta madrileña sigue siendo considerada la sucesora natural de Feijóo y el puntal más firme del PP, cuando lo lógico sería considerarla candidata a un circo de tres pistas o a una camisa de fuerza.