Desde hace bastante tiempo, se sostiene (y yo lo he hecho) que no existe un perfil definido de la persona con tendencia a creer en conspiranoias, al menos como resultado de un único factor. La educación académica no impide creer en mierdas, es más, ideas absurdas como la ciencia racial vienen precisamente de universidades y laboratorios científicos y son propagadas por personas con acreditaciones académicas, como Murray y Herrnstein con su libro sobre inteligencia, que es un panfleto pseudocientífico...