“Ha surgido una nueva moda en la física”, se quejaba Albert Einstein a principios de los años 30. Esa “moda” era nada menos que la física o mecánica cuántica. Su mera existencia ponía en peligro a la teoría de la relatividad general, la máxima creación de Einstein, publicada en 1915. “Si todo esto es cierto, entonces significa el fin de la física”, llegó a decir el famoso científico. Es que la física cuántica y la relatividad general son incompatibles. Han pasado casi 100 años y ninguna de las dos teorías ha anulado a la otra.