El olfato de nuestros perros es uno de los más potentes de la naturaleza, sin embargo, desde que conviven con el hombre éste está perdiendo facultades.
El ritmo de vida de los adoptantes no permiten que el olfato de los perros se use en su totalidad: paseos siempre en los mismos sitios, paseos con prisas sin tiempo a pararse a oler, etc. y esto afecta a su equilibrio emocional y mental.
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Estoy muy viejo para este mundo.
Y si, el concepto adoptante me parece una soberana gilipollez, una forma más de humanizar a los bichos...
#8 Confirmo lo que dices, tenía un mestizo de caza (setter inglés y podenco) y cuando íbamos al monte, al llegar a casa ya no tenía perro, se tiraba en su sitio a dormir hasta que le entraban las ganas de mear..
Hacer actividades de olfateo les cansa mucho más que si les hacemos hacer ejercicio físico.
No soy veterinario ni etólogo, lo digo por experiencia propia y tras años de "absorber conocimientos" de educadores caninos.
Entre salir X horas a correr con el perro, a estar X minutos haciendo actividades de olfateo, el perro se agota muchísimo más con la segunda actividad.
Así que si crees que no le puedes dedicar muchas horas a tu perro porque tienes un amigo/conocido que sale en bici con él cada día, y tu no, cuando vayas al parque, juega con tu perro a encontrar chuches y/o comida, y en 20 min lo tienes reventado.
Un saludo!
Como recomendación personal: Si se para en cada esquina, huele cada pipi, cada trozo de basura, se para a oír los pajarillos, interactúa con el entorno, en definitiva: hace de perro, no hace falta que des la vuelta entera al barrio, acorta el recorrido, pero déjale ser perro.
Un saludo!
Pero todos los días veo no uno ni dos casos, gente que pasea al perro por obligación a toda hostia y se nota, no piensan que esa es su fiesta diaria, salir a la calle en vez de estar encerrado... si les hicieran lo mismo creo que al fin lo comprenderían