Persiaux también especifica que subestimamos el número de personas de entre 25 y 35 años, en una media aproximada, que todavía tienen su peluche. Además, algunos todavía duermen con él. Respecto a la vergüenza que uno puede sentir, la psicóloga explica que no tiene nada de anormal sentirse estresado cuando se produce un cambio en la vida. Según explica esta especialista, entre sus pacientes con más de cuarenta años, muchos dicen que todavía tienen un peluche, un paño o algo similar.
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Lo siento podéis votarme negativo
Mi marido se duerme agarrado a mi teta,soy como un osito de peluche.
¡Zasca! Y decían que tenía problemas mentales. ¡Pues no!
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