Los oligarcas no son solo cosa de los malvados rusos. En España controlan los resortes del poder y en tapan sus miserias bajo falsa apariencia de filantropía. Constructoras, familias de alta alcurnia, fortunas a la vera del franquismo, «hombres hechos a sí mismos»… conforman un poderoso grupo que copa contratos públicos, recibe ayudas estatales, controla cadenas de distribución, monopoliza ámbitos enteros de la economía, se codea y apoya a la realeza, gusta de paraísos fiscales… e incluso llega a decidir sobre medios y periodistas críticos.