El denunciante afirmó que, al detenerse en un semáforo, dos varones jóvenes, de unos 25 años y de origen extranjero, se acercaron, lo empujaron y tiraron al suelo, momento que aprovecharon para arrebatarle el teléfono móvil. La Policía Nacional inició la investigación basándose en la denuncia, pero rápidamente surgieron sospechas debido a la inconsistencia en el testimonio del denunciante. Desde la Policía Nacional se recuerda que la simulación de delitos es una infracción penal.