El descuento hiperbólico es nuestra inclinación a elegir recompensas inmediatas en lugar de recompensas que llegarán en el futuro, incluso cuando estas gratificaciones en el corto plazo sean más pequeñas. Se trata de un sesgo psicológico que puede llevar a las personas a tomar malas decisiones porque incentiva la impulsividad en vez de la visión a futuro, explican los expertos que por décadas han estudiado el tema desde el campo de la economía conductual o la psicología.
|
etiquetas: descuento , hiperbólico , sesgo , psicológico
"más vale pájaro en mano que cientos volando"
De hecho tampoco existiría el comercio, pues nunca hay garantía absoluta de que lo que compras te vaya a satisfacer.
Vamos, que vuestras frases hechas son muy molonas, pero la realidad va por otro lado.
Y el comercio pues creo que demasiado cogido por los pelos ya...
Y como cualquier meme, no necesariamente son veraces.
Por cierto, ¿de cuál de mis (según tú) sufridos interlocutores dices que eres clon? Porque mira que llevo años por aquí, y nunca he interactuado con este usuario que me traes ahora. De modo que, si te tomas la molestia de venir a llorar a mis conversaciones con otra gente, sólo puede ser porque en algún momento te habrás sentido vapuleado por mí usando otros apodos que tengas por ahí.
(Lo cuelgo de #8, porque encima parece que la ”víctima” es el típico troll cliché que aparece sólo para liarla y acto seguido refugiarse en el ”ignore”)
P.D.: Me resulta curioso que al hacer reducción al absurdo de vuestro refraneo yo me he referido explícitamente al comprador pero tú has interpretado que me refería al vendedor.
Imagino que, como en el párrafo anterior hablaba de inversores, al mencionar después compras y comercio tu mente se ha ido al dueño del negocio.
El comerciante cobra por un producto, cuando se lo da al cliente tiene la casi seguridad que no se va a escapar corriendo, y también tiene suficiente confianza en el producto como para vénderlo una segunda o tercera vez (salvo que seas hostielero en zona turística, que ahí vas a estafar al bulto), en fin,… » ver todo el comentario
Partiendo de la raíz de ἴδιος y el sufijo ‑ώτης, el adjetivo griego ἰδιώτης al inicio hacía referencia, de forma totalmente neutral, a una persona privada en el sentido de ‘un particular‘.
De este significado básico se derivó el de la persona que se dedicaba únicamente a lo suyo, lo privado, y no a la vida pública, lo común. Se esperaba que un ciudadano participara en política, por lo que quien no lo hacía era el idiota que se ocupaba solo de lo suyo y no de lo público