Las alteraciones del ritmo circadiano no solo nos afectan a nosotros: también las acusan nuestras bacterias intestinales, que tienen sus propios biorritmos sincronizados con los nuestros. ¿Puede entonces un desarreglo en los relojes internos afectar a nuestra salud intestinal? Definitivamente sí.
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etiquetas: salud , intestino , horarios
Espero que a partir de ahora digas que "en Menéame me dicen que..."
Odio ese tipo de comentarios.
Uno que me dice que odia este tipo de comentarios.
Hoy no ceno.
Luego ya puedes seguir haciendo comentarios de mierda.
Peor a nivel cerebral,ya no debo hacerlo.
También como tarde.