Es difícil de encontrar. Se esconde, escurridizo, tímido. No se manifiesta, parece ausente. Habita en los lugares más insospechados, no se siente a menos que se busque, se oculta no por recelo, sino por descuido. Y aun así, deambula por todas partes, es omnipresente en espacios naturales, pero también en la intimidad, cerca, tan cerca, allá donde tanto cuesta hallarlo.