La vida que llevamos, tan apurada y ajetreada, a menudo nos impide dedicar el tiempo necesario a nuestros hijos. Como resultado, tendemos a actuar de dos maneras: en primer lugar, podemos descuidarlos, lo que les lleva a buscar nuestra atención de cualquier forma, incluso comportándose mal. Aprenden que ésta es la única manera de captar nuestra atención. En segundo lugar, podemos optar por satisfacer sus caprichos innecesarios, con la esperanza de aliviar un poco nuestra culpa por la falta de tiempo.
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etiquetas: educación , hijos
El problema es que les que les presta os demasiada atención en las gilipolleces y muy poca en lo importante.
Consumir pornografía... es complicado para un adolescente si no le han dado algunas directrices, casi nunca. Después está el gobierno que tiene que hacer algo! Y los padres que tienen temor, porque tienen que hacer algo!… » ver todo el comentario