Hace cinco años, científicos crearon un organismo sintético unicelular que, con solo 473 genes, era la célula viva más simple jamás conocida. Este organismo parecido a una bacteria se comportó de manera extraña al crecer y dividirse, produciendo células con formas y tamaños tremendamente diferentes. Ahora han identificado siete genes que se pueden agregar para domesticar la naturaleza rebelde de las células, haciendo que se dividan perfectamente en orbes uniformes. En español:
bit.ly/3dmLkXx
CC: #5
Me recuerda a una mezcla de la hipótesis de generar un agujero negro en el CERN mezclado con Parque Jurásico.