El lunes, un cable submarino clave que conecta Alemania con Finlandia, el C-Lion1, fue cortado en lo que Alemania ha descrito como un acto de sabotaje. Este cable, enterrado a casi un metro bajo el lecho marino y esencial para las telecomunicaciones, ahora yace dañado en el fondo del Mar Báltico. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, señaló que es improbable que el daño sea accidental y sugirió que se trata de una acción híbrida con intenciones maliciosas.