Roma, a lo largo de su historia, ha empleado un gran número de tipologías de escudo diferentes, muchas de las cuales coexistieron para cubrir el rango de necesidades del momento y las funciones asignadas que cada tropa tuviera que desempeñar. Muchos de ellos, probablemente, simplemente sean escudos – y características- ya existentes en otras culturas, las cuales los romanos también emplearon, bien por las tendencias culturales y militares del momento en el mediterráneo, o por la influencia de pueblos y ejércitos aliados.