La Exposición Colombina Mundial, o Feria Mundial de Chicago, vendió más de 25 millones de entradas entre el 1 de mayo y 31 de octubre de 1893. El tema general era celebrar el 400 aniversario del desembarco de Cristóbal Colón en el Nuevo Mundo. El arquitecto Daniel Burnham, el paisajista Frederick Law Olmsted y otros remodelaron un parque pantanoso junto al lago Michigan en un recinto ferial de 686 acres de inspiración veneciana. Más de 65.000 objetos expuestos de 46 naciones se exhibieron en más de 200 estructuras construidas para la feria.
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Que está claro que ahora también se hacen cosas chulas, pero antes lo hacían directamente para siglos, al menos las partes más nobles y ricas de las ciudades.
Ahora te dicen que una fachada sin adornos, sin curvas y con un techo de aluminio y con forma de rombo es lo moderno y actual y va la gente y se lo cree.
Por cierto, que yo opino lo mismo que leo harlem sobre el guggenheim: hay que ver lo bien que les ha quedao pa estar hecho con unas latas de espárragos.
Las ferias mundiales hoy están muertas, la última que recuerdo de Hannover hace 24 años y luego si han habido más, no me he enterado.
Eran tiempos de optimismo: tecnología, liberalismo, repúblicas, psicología, industrialización.
Era el albor de todas esas cosas.
Pero lo que se les venía era muy sombrío en apenas 20 años.