Lo primero que podemos pensar es, ¿qué probabilidad hay de que estos planes se hagan realidad en estos plazos? Pues bien, cero punto cero. Pero de ahí pasamos a la segunda cuestión, ¿tienen estos planes algo de sentido cuando la prioridad de SpaceX es, por este orden, poner a punto el sistema Starship como un sistema de lanzamiento útil capaz de lanzar cargas más allá de la órbita baja y con capacidad de reutilización, y, más adelante, lanzar los módulos lunares de las misiones Artemisa III y IV? Aquí la respuesta es menos categórica.