Blanca, desnuda, se ve muerta en el espejo. Su piel morena desmiente el nombre que eligieron para ella, pero a veces, por las noches, al ponerse el camisón, se ve terriblemente pálida y siente frío en todo el cuerpo, aunque sea verano y haya tenido que abrir la ventana de su cuarto para aliviar el bochorno. Luego se acaricia lentamente, como si tratara de quitarse una pena antigua, y cuando al fin entra en calor se mete en la cama pero no consigue dormirse, acuciada por el miedo. En algunas ocasiones tarda más de lo corriente en alejar …