Una cortina de humo es un conjunto de hechos o circunstancias, ficticios o reales, con los que se pretende ocultar las verdaderas intenciones o desviar la atención de los demás. Todo aquello que sirva para evitar que la gente sepa o vea lo importante, constituye una cortina de humo.
Nadie va a negar que esto existe (solo va a negar que algo en concreto es una cortina de humo, pero de otra cosa si dirá que es una cortina de humo) y que realmente es efectivo, que tiene sentido hacerlo, que no se hace por hobby.
Pero cada vez que leo un comentario en alguna noticia de Cataluña diciendo que es una cortina de humo para que no se hable de la corrupción del PP/Ciu, o de lo de Murcia, o de las huelgas como la de Bershka y de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, no puedo evitar pensar “¿y si se hablara de eso qué?”
Y es que de la corrupción se ha hablado largo y tendido (incluso en la tele), es con frecuencia la principal preocupación de los españoles según el barómetro del CIS, turnándose con el paro (otra cosa de la que se supone nos evita hablar las cortinas de humo). ¿Y? ¿a cuantas conversaciones sobre corrupción nos hemos quedado de eliminarla? Porque parece que esta es la idea, eliminar la corrupción hablando de ella.
Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, las de Bershka y la gente de Murcia han conseguido buena parte de sus objetivos. Es seguro que estas personas estaban igual de informadas sobre lo que pasaba en Cataluña que el resto de la nación, solo que probablemente se enteraban de cada cosa solo una vez, no mil millones de veces, porque cuando uno esta ocupado tirando un muro abajo no tiene mucho tiempo para entretenerse.
Esta gente no salio a la calle porque en sus televisores echen otra cosa sustancialmente distinta a lo que vemos el resto cuando la encendemos. Estas reivindicaciones no salieron adelante porque las televisaran, todo el mundo se enterara y todos habláramos de ellas, salieron adelante porque había gente luchando por ellas (condición no siempre suficiente, pero si la única que es realmente necesaria).
¿Qué clase de consuelo es para una empresa no salir en la tele cuando tiene parte de su actividad económica paralizada por una huelga? Pues si, mejor que no salga en la tele, pero eso no va a evitar que todo se vaya al carajo si los trabajadores no vuelven, y lo que va a posibilitar que no vuelvan es la caja de resistencia, no los minutos que salgan en el noticiario.
¿Qué clase de alivio es para un gobierno que no se hable de corrupción? Pues un extra, pero lo que va a mantener su chiringuito es la pasividad de la gente, no que no se hable de ello, hay demasiadas pruebas empíricas de que hablar de corrupción es perfectamente compatible con la corrupción. Incluso a veces parece que las noticias sobre corrupción son la cortina de humo de la propia corrupción.
Creo que el interés que tenemos sobre que se hable de un tema es una esperanza que exista un efecto contagio o un efecto alentador. Por ejemplo:
- Si se habla de lo de Bershka cundirá el ejemplo y otros harán lo mismo.
- Si se habla de lo de Murcia las protestas no cesarán porque se sentirán apoyados.
¿Pero esto tiene sentido? Vuelvo a repetir, ¿es que la gente movilizada cuando pone la tele ve algo distinto a lo que vemos los demás? La gente de Bershka no ha hecho huelga porque lo haya visto antes en la tele. La gente de Murcia no ha conseguido el soterramiento del tren porque haya habido tertulias a gritos sobre ello con Inda y la demás panda o porque haya intervenido la ONU.
¿Cual es la idea? ¿Por cada X conversaciones sobre un tema me ahorro una acción directa?
“- Tome, 24 horas de prime time sobre lo de Bershka - Genial, con eso nos ahorramos un día de huelga”
Si lo vemos así esta claro que con todo lo que se ha hablado de corrupción esta debería haber desaparecido sin necesidad de mover un dedo. No es el caso, de hecho lo poco que se ha avanzado contra la corrupción ha sido a base de acciones directas, no de hablar y hablar y hablar.
Y cuidado, no niego el impacto de los medios (o llegados a este punto, de las conversaciones) lo que niego es que convaliden créditos de movilización, niego que sean una condición necesaria, niego que una persona que no hace nada sea mejor si habla de X que de Z, ¿qué más de que hable si no va a hacer nada?.
Imaginen un escenario donde el monotema de los últimos meses hubiera sido lo de Murcia, y que esto hubiera eclipsado lo de Cataluña. No veo en absoluto descabellado que en tal caso se dijera que lo de Murcia era una cortina de humo para tapar lo de Cataluña, y tendríamos a la gente que no hace nada en vez de hablando de Cataluña hablando de Murcia, sin embargo la gente que si esta movilizada seguiría haciendo lo mismo que esta haciendo ahora.
Quizá lo que esperamos de que todo el mundo hable de lo de Bershka es que deje de comprar ahí, o que todo el mundo hable de corrupción es que deje de votar partidos corruptos, pero eso no es solo hablar, eso es mucho más, y si, puede que ayude que un tema este en el candelero pero seamos sinceros, la gente no se vuelve activista porque lo haya visto en la tele. Lo que pueda salir de ahí es un “bonus inesperado”, si pasa guay, no lo vamos a rechazar, todo ayuda, pero no se puede fundamentar un cambio de esa envergadura en semejante cosa, no se puede hacer de ello una condición necesaria. Es infantil y no va a suceder, las cortinas de humo no desaparecerán primero y luego, como consecuencia, la gente se movilizara, si no al revés, la gente se movilizara y luego, como consecuencia, las cortinas de humo serán irrelevantes, como se ha visto en el caso de Murcia, Bershka y las trabajadoras de las residencias de Bizkaia.
O quizá lo que esperamos de que todo el mundo hable de las luchas de los demás, que estén todo el rato en la tele, es que las élites tengan miedo, se lleven la idea infundada (a día de hoy) de que el grueso de la población es así, que el problema que se han encontrado en Bershka, Murcia y Bizkaia se puede generalizar y que mejor aflojar antes de que esto suceda, quizá lo que esperamos es beneficiarnos de las luchas de otros sin tener que llegar a luchar nosotros mismos, quizá no tanto pero alguna migaja que caiga... alguna facilidad extra… algo, lo que sea. Que el interés en que no haya cortinas de humo no es en movilizarse, si no en todo lo contrario, en evitar tener que hacerlo porque deje de ser necesario, porque con menos movilización se saque más, porque con la movilización de unos pocos vivamos el resto. Y no es descabellado entender porque alguien va a pensar así, al fin y al cabo la jornada de 8 horas no fue solo para los que lucharon por ella, también la obtuvieron los demás. Pero eso es… en fin, todos sabemos como calificar esa manera de pensar y actuar.