La decisión de la jueza de ampliar la investigación contra Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, deja en el aire el que, hasta ahora, era el desenlace más previsible del caso: un pacto con la Fiscalía y con Hacienda para reconocer su fraude fiscal, pagar medio millón de euros y evitar la entrada en la cárcel. La nueva pieza separada no se cruza, sobre el papel, con la ramificación principal del caso y técnicamente no hay impedimentos para llegar a un acuerdo. Pero está por ver si su defensa está dispuesta a sentarse a la mesa.