#39 Otra vez tengo que pegar el mismo comentario... :
Trump asesinó a varios de los principales generales iraníes en un bombardeo que no inició una guerra porque Irán no tenía capacidad para responder. Pero era un casus belli de libro. Además rompió el acuerdo nuclear y retomó las sanciones al país.
Bombardeó Irak, Siria, Yemen, Somalia... En fin, qué cortita tenemos la memoria.
Y respecto al tema del meneo, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y movió allí su embajada. Y dio a los genocidas el mismo apoyo que dan los demócratas. En eso son exactamente iguales.
#1 Seré yo raro, pero es que a mí lo que se le ha hecho a podemos desde los jueces, la policía, los partidos de derechas, los medios de comunicación,... me parece t a n g r a v e.... que no entiendo nada de lo que sucede alrededor de este tema.
Hablamos de suverir la voluntad popular, de manipular elecciones, de vulnerar el estado de derecho, de causar un grave daño a la imagen tanto del partido como de cada uno de sus integrantes. Casi nada.
Y todo con el fin de que los partidos que defienden los intereses de los ricos pudieran seguir con opciones en las elecciones para seguir llevando a cabo políticas que les favorezcan frente al resto.
#1 No. El problema con el gallego es el total abandono por parte de quien tiene la obligación de defenderlo. Si no restauras y mantienes la catedral de Santiago, al final se viene abajo.
Trump asesinó a varios de los principales generales iraníes en un bombardeo que no inició una guerra porque Irán no tenía capacidad para responder. Pero era un casus belli de libro. Además rompió el acuerdo nuclear y retomó las sanciones al país.
Bombardeó Irak, Siria, Yemen, Somalia... En fin, qué cortita tenemos la memoria.
Y respecto al tema del meneo, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y movió allí su embajada. Y dio a los genocidas el mismo apoyo que dan los demócratas. En eso son exactamente iguales.
Hablamos de suverir la voluntad popular, de manipular elecciones, de vulnerar el estado de derecho, de causar un grave daño a la imagen tanto del partido como de cada uno de sus integrantes. Casi nada.
Y todo con el fin de que los partidos que defienden los intereses de los ricos pudieran seguir con opciones en las elecciones para seguir llevando a cabo políticas que les favorezcan frente al resto.
¿O es que no conviven hoy la pintura y la fotografía?
A algunos el catastrofismo se os va de las manos.