“¿Qué pasó? ¿Te abandonó Rexona?”, le preguntó el 2 de octubre en tono socarrón una gendarme a Maximiliano Ariel Acosta, un vendedor ambulante marplatense que en pocas horas se hizo famoso como “el hombre del talco”. Lo habían detenido minutos antes en un control fronterizo en la provincia de Mendoza por llevar entre sus pocas pertenencias 18 frascos de desodorante en polvo para pies que la fuerza confundió con cocaína.
|
etiquetas: gendarmería , talco , cocaína , policía , argentina