La Puerta del Sol, "un lugar maldito" Chato rodea el edificio con la agilidad de un guía y señala las ventanas a ras de suelo por el que el viandante, ese género frío de las ciudades modernas, debe detenerse para poder prestarle atención. Porque esa sucesión de ventanas, que delatan la profundidad del edificio, son el testimonio mudo de que en este lugar, la Real Casa de Correos y sede del gobierno de la Comunidad de Madrid, un día hubo muertos. Y los hubo porque Chato, 70 años recién cumplidos, la cabeza envuelta en blanco sulfúrico, dice que
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