(...) El 18 de julio, atención a la fecha, Sánchez decidió jugar la que creyó sería su carta definitiva: el único escollo para un gobierno de coalición con Podemos, aseguró en la Sexta, se llamaba Pablo Iglesias. La provocación, debieron pensar los gurús de su gabinete, suscitaría tal enfado en sus “socios preferentes” que el rechazo de estos a investir a Sánchez la semana siguiente les serviría como argumento para responsabilizarlos de la inevitable convocatoria de nuevas elecciones.
|
etiquetas: psoe , conejos , chistera , política , pedro sánchez , podemos , elecciones