El 11 de febrero de 2016, los científicos del Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser (LIGO) hicieron historia al anunciar la primera detección de ondas gravitacionales. Predichas por la Teoría de la Relatividad General de Einstein un siglo antes, estas ondas son ondulaciones en el espacio-tiempo que se forman por grandes eventos astronómicos, como la fusión de un par de agujeros negros binarios.
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Este descubrimiento no sólo abrió un nuevo y apasionante campo de investigación, sino que ha abierto la puerta a muchas posibilidades intrigantes. Una de ellas, según un nuevo estudio de un equipo de científicos rusos, es que las ondas gravitacionales podrían utilizarse para transmitir información. Del mismo modo que las ondas electromagnéticas se utilizan para comunicarse a través de antenas y satélites, el futuro de las comunicaciones podría basarse en la gravedad.
El estudio, que acaba de aparecer en la revista científica Classical and Quantum Gravity, fue dirigido por Olga Babourova, profesora de la Universidad Estatal Pedagógica de Moscú (MPSU), e incluyó a miembros de la Universidad Técnica Estatal del Automóvil y la Construcción de Carreteras de Moscú (MADI) y de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (RUDN).
El equipo realizó un estudio en tres fases para determinar si los GW podían codificarse y utilizarse para transmitir información. En la primera, analizaron las propiedades de los GW en un espacio afinométrico generalizado (una construcción algebraica tridimensional independiente de vectores o puntos de origen). Esto es similar a cómo se evalúan las propiedades de las ondas electromagnéticas (y la Relatividad General) utilizando el colector de cuatro dimensiones conocido como espacio-tiempo de Minowski.
Esto permitió al equipo pasar de su interpretación matemática de las GW a su descripción en el espacio real. En la segunda etapa, los investigadores trataron de determinar si diversas funciones del tiempo cambiarían o no en el proceso de distribución de la onda. Lo que descubrieron fue que las características de una onda podían fijarse en la fuente y descodificarse sin cambios en una segunda fuente.
En la tercera fase, los investigadores comprobaron si la estructura no métrica de las ondas gravitacionales podía utilizarse para codificar una señal de información. A partir de ahí, determinaron que de las cuatro dimensiones… » ver todo el comentario