El implicado se casó con la madre de la víctima en el 2011. Tenían tres hijos de una unión anterior, una hija biológica común y otras dos hijas de él. A la hora de acostar a las niñas, era el procesado el que las llevaba a la cama. Muchas veces, él se quedaba al lado de una de ellas durmiendo. Desde el 2017 y hasta septiembre del 2018, el implicado tuvo acceso carnal varias veces a la semana de una de las niñas, desde los 11 a los 13 años. La víctima guardaba silencio. Algunas veces abusó de ella en el sofá o en la propia cama de los padres.
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