MÉXICO, D.F. (apro).- La secta ‘Defensores de Cristo’ que operaba en el norte del país tenía un gancho casi irresistible para atraer seguidores: A través de la red, ofrecía aliviar problemas emocionales o físicos, curar enfermedades mediante técnicas milagrosas y, aún más, la salvación eterna. Pero esa era en realidad la pura fachada. La secta se dedicaba en realidad a secuestrar mujeres, con fines de explotación sexual, según la información que dieron a conocer las autoridades federales.
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