Hace pocos días que, casi por casualidad, se encontró en el yacimiento de La Bastida, en Totana, el enterramiento de un hombre, un guerrero, excepcionalmente dotado para la actividad física y con marcas de luchas -un hueso fracturado por la parada de un ataque y soldado después-. En su ajuar funerario se incluían armas especializadas «para matar»: una alabarda -«la más larga de todas las encontradas hasta la fecha» y un puñal....
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