El 7 de octubre de hace un año Yulie Ben Ami perdió violentamente el rastro de sus padres. Raz y Ohad fueron secuestrados en su casa del kibutz de Beeri y trasladados a la Franja de Gaza. Su madre Raz regresó a casa 54 días después, en el primer y único alto el fuego pactado entre Israel y Hamás. Desde entonces, en cambio, el silencio ha sepultado el destino de su progenitor Ohad, unido al de los habitantes de Gaza sometidos a continuos bombardeos.
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