Hay varias razones por las que admirar a la Rosa María Mateo de 2018. La primera, por haber aceptado un puesto tan comprometido como el de Administradora única de Televisión Española, de manera provisional y en un período político más lleno que nunca de marrullerías y sobresaltos. Sé de muchos, y de muchas, a quienes se le va la fuerza por la boca en protestas y diagnósticos, que nunca se habrían atrevido a aceptar semejante potro de tortura por muy efímero que este pueda llegar a ser.
|
etiquetas: televisión española , rosa maría mateo , politica , manipulacion , rtve