Dos investigaciones publicadas este lunes en la revista Current Biology concluyen que los gatos domésticos y los salvajes no se mezclaron hasta la década de 1960, y sólo lo hicieron porque la pérdida de poblaciones de gatos monteses parece no haberles dejado otra opción. Las investigaciones han basado sus conclusiones en el análisis genético y de restos arqueológicos, incluyendo muestras antiguas excavadas en 85 yacimientos arqueológicos de los últimos 8.500 años.
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El amor libre, los hippygatos..