La afección del hongo de la banda marrón en el pino ha provocado en los montes y bosques vascos una tala masiva del árbol enfermo. Con la caída del principal elemento que sostenía a los propietarios forestales, la plantación del eucalipto se ha disparado.
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Ya nos conocemos el percal.
Confío en que algún Gobierno de progres en uno de los siguientes lustros lo haga.
Es una vergüenza que se permitan plantar esos arboles sin ton ni son sabiendo positivamente que arden como el papel.
Eup!
Cuando viví en Euskal Herria (y la noticia habla de EH) un alto porcentaje de la masa forestal pertenecía a la diputación de Bizkaia y a la de Gipuzkoa. ¿Que hay baserritarras que tienen pinos? Sí. Pero prácticamente todo pertenecía a las diputaciones.
Y por supuesto, allí no había eucalipto.