Los números, por supuesto, tienen nombres distintos en cada lengua y formas distintas de construirse, como sabe cualquiera que haya estudiando francés e intentado decir 82. En castellano, por ejemplo, tenemos palabras especiales para los números hasta el 15. En inglés hasta el 12. Eso no pasa en chino: 11 en chino es «diez-uno», y 24 en chino es «dos-diez-cuatro». No tienen una palabra para veinte, ni para treinta… Todo se construye lógicamente. El propio lenguaje es, digámoslo así, más matemático. Con las fracciones es incluso mejor.
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