Llegamos a creer que Internet podría ser una herramienta de progreso porque en los 90 creímos que el conocimiento era sinónimo de crecimiento. Pero el sistema ha logrado que el conocimiento no solo haya dejado de ser concebido como un instrumento para progresar, sino que lo ha convertido en una fuente de frustración. Cuanto más sabemos, cuanto más cuestionamos, más solos e incomprendidos nos sentimos.
Con la llegada de la Inteligencia Artificial ya no tendremos que crear nada y por lo tanto ya no tendremos que cuestionarnos nada. El conocimiento no será diferencial porque las máquinas podrán conocer por nosotros. Ya no tendremos que tomar decisiones, porque las máquinas sabrán por nosotros. Ya no tendremos que buscar pareja o vacaciones porque las máquinas lo harán por nosotros. Lo único que podremos y debemos hacer será, llana y sencillamente consumir.
En una década el sistema reinante ha acelerado el cambio de paradigma: si antes la revolución era no obedecer, ahora la revolución será no consumir. Nos hemos convertido en pequeños seres cuya mayor oposición frente a la injusticia es no comprar. Esa es nuestra nueva revolución: no cambiar sistemas o deponer a gobernantes, sino decidir a quién damos el sustento que producen nuestros trabajos de mierda. Ya no somos personas, tan solo somos dinero".
Adam Curtis