#80 A partir de los 7 u 8 años, los padres no abrazan a sus hijos (y viceversa), y por supuesto, ni a sus abuelos (ni siquiera estando enfermos) los nietos a partir de esas edades...
#27 Sólo he visto la serie en imagen real. Y deja mucho que desear, tanto en la parte de drama (acción) como en dotar de respuestas para el espectador, sobre el cómo, por qué, etc. Incluso la fantasía tiene sus reglas, y una de ellas es la de la "suspensión de incredulidad", entre otras.
#11 ¿Cordiales? Bueno, yo le llamo hipocresía. A poco que tengas dos miligramos de piel oscura, tostada o bronceada eres un paria. Tengo una muy buena amiga japonesa que reside y vive desde hace años en España. Cuando va allí en verano ni se le ocurre ir a la playa por sus... sus... costumbres tan radicales, rígidas y que dan pie a crítica social. (Cotilleos de alto nivel.) Así que sí, son racistas educados pero racistas.
#30 Hay cosas justas e injustas. Al margen de otras consideraciones. Justas relacionadas con la ética o la moral, según prefieras. O injustas, relacionadas con lo mismo. ¿Hay algún tipo de ética que no sea ética? Te pregunto.
#6 Otro que tampoco miente sobre casi nada (mentiras piadosas sí que digo y soy consciente de ellas y de por qué las digo)... ni tengo ideas suicidas... ni quiero ser más que nadie... no tengo nada de eso, mi economía es tan simple (por ejemplo) como esto entra, esto sale... punto. No soy más que nadie, ni tengo más que nadie... y además ni me importa. No sigo la moda o sí cuando quiero, o no cuando no quiero... es verdad que lo que digan/piensen los demás de uno es importante porque nos define. Y no me refiero a eso del "qué dirán", ya pueden decir misa, no es eso... es más sutil. Uno no es más que un actor en este gran circo que es la vida. A veces uno hace de trapecista, a veces de payaso, a veces de maestro de pista... es un juego muy interesante y CREO que lo hacemos todos, unos siendo conscientes y otro no.
#8 Tienes razón en algunos aspectos que señalas, sí. Hay cosas que nos hacen sonreir o reir más (me niego a usar esa palabra tramposa como es feliz), nos alegran... nos llenan de dopamina. Y hay personas con gustos o tendencias verdes, azules, moradas, grises, verde oscuro, amarillas... y una gama muy elaborada y compleja de gustos que nos "dan premio", nos premian, nos alegran. Claro que sí. No he hablado de modelos de conducta normales o anormales... eso es otra cosa de una especie de pacto social y que depende de la cultura de cada sociedad, hay culturas donde el color de luto es el blanco, hay culturas que entierran a sus muertos cubriéndolos de piedras (sin enterrar)... y un larguísimo etcétera de costumbres o maneras sociales. Lo que intentaba explicar es que un ser humano solo, aislado, en una isla desierta sin nadie durante años... se convertiría en lo más parecido a un simio (con mis respetos a nuestros primos). No hablaba de relaciones personales, me refería a que una persona caminando en silencio por una calle y cruzándose con otra ya tiene un reflejo espejo de quién o qué es... microgestos, actitudes, miradas o su ausencia, millones de cosas que como animal cultural que somos aquí y en Pernambuco... nos devuelven quiénes podemos ser, y podemos ser mil cosas. Creo yo.
#4 CREO que no existe tal como como "ser uno mismo"... Uno sólo existe porque existen los demás, los otros, que te devuelven en un espejo virtual un concepto, una idea. ¿Por qué el aislamiento puede volver loco a muchas personas? En una isla, en sitios de confinamientos extremos, en torturas/alienantes... etc. Por lo mismo.