Cuentan que hace muchos, muchos años, en un reino muy lejano, las autoridades decidieron que la gente no podía viajar salvo por causas de necesidad, y que salvo estas excepciones, bien tasadas, no podían desplazarse a los feudos de otros condes y marqueses. Unos dicen que fue por causa de la peste, otros que por la escasez de de levadura y hay quien afirma, incluso que fue sólo pro capricho, por ver si la gente se rebelaba o sería dócil ante las nuevas servidumbres que los señores maquinaban en sus cancillerías. Fuera como …