Y Jacinta y su marido, extasiados por el hermoso panorama, comentaron: -¡Qué bonito! -¡Qué bonito! -Chiquirriquitín -cedió el carretero-, sí, qué concho, que lo es; pero a güeno y a bonito no hay por to er contorno quien le gane. Ahí van ostés, don Esteban, a viví lo mesmo que en la gloria. Ni enfermos que curá va usté a tené, que apuesto yo que no haiga más salú ni onde la crían. -Nos lleva usted a la fonda, ¿sabe? -&i …