En la más tierna infancia es cuando se generan los mecanismos mentales de acción y respuesta. Cuando un niño llora y nadie acude en su ayuda, o no se le presta la atención que está solicitando, el nilo aprende que la exigencia o la queja no le sirven de ayuda. Estel niño, al quejarse a fuerzas superiores y no recibir respuesta, deja de creer en estas fuerzas. Es posible, por tanto, que el desprestigio de las creencias religiosas en Occidente pueda, por esta misma razón, tener sus raíces más profundas en la …