Aunque en general un hombre informado, estaba proyectando en el movimiento fascista italiano muchas esperanzas que tenía sobre cómo debía ser y cómo debía cambiar el mundo. En cualquier caso, el auge del nazismo en la década de 1930 desvió gran parte de su atención a Alemania y también le mostró cómo los ideales románticos del fascismo se podían pervertir con relativa facilidad".
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Yo en ésta época me la suda bastante lo que pensara este señor. Sus libros molan, me los he leído todos, se los enseñaré a mis hijos en unos pocos años cuando ya puedan leer cosas largas.
Pero su forma de ver el mundo, que se la quede para él en la tumba y que no me mareen.
Cada persona es una mezcla de las circunstancias de su tiempo, valores heredados, miedos, esperanzas, experiencias,moral imperante.
Eso varía de época a época y de persona a persona.
Me gusta leer a Lovecraft, al igual que me gustan las novelas de Perez-Reverte, pero no comulgo con sus ideas.
Por cierto, supongo que es conocido pero por si alguno no lo recuerda, a su gato, un gato negro, le llamaba Nigger-Man.
Lo normal en la vida es plantearse preguntas y evolucionar, la vida te cambia y por tanto tus creencias.
El problema de Lovecraft no era político, era su propia persona y sus miedos.