No sólo subvencionar a sus voceras, además proponen: " y creando un «procedimiento jurídico específico para delitos que ocurren en el ámbito digital contra las mujeres»", es decir procesar a quines las ataquen.
#68 ¿Pero en qué mundo vives?:
- ¿En qué punto del programa del PSOE estaba la amnistía a Junts?
- ¿En que punto que Cataluña se financie de forma distinta al resto?
Por no hablar cuando primero votan de forma unánime en contra de los distintos idiomas en el congreso, y luego mágicamente todos a favor.
El programa de un partido político en este país no vale ni el papel en el que está escrito, no les compromete a nada.
#3 Te vas a sorprender pero un islamista puede odiar a los homosexuales por su religión sin ser facha.
La lógica: odia a los homosexuales ergo es facha no se sostiene por ningún lado.
#66 Los miembros del partido eligen al líder, pero una vez elegido tiene plenos poderes, el manda en el partido y lo rehace a su gusto poniendo en las posiciones de poder aquellos que le son fieles.
Pero es que eso es evidente, ¿acaso ves alguna disidencia en las votaciones en el congreso?, sin importar de lo que se trate pulsan al botón que les manden, y cuando no ocurre se trata de un error.
De verdad que envidio a los británicos y estadounidenses, porque ahí si que puede haber disidencia dentro de un partido político porque allí el diputado depende de los votos en su circunscripción electoral, si es popular allí se la suda discrepar con el jefe del partido.
#55 No, esos ciudadanos que son los jueces pueden corromperse exactamente igual que otro ciudadano; pero la corrupción individual que puede ser perseguida me parece un mal menor respecto a hacer al poder judicial dependiente del poder político.
#50 Que yo sepa los jueces son ciudadanos, no una casta aparte.
Para mi una de las funciones esencial del poder judicial es controlar al poder político, que no salga elegido un monstruo populista que tenga manga ancha para elegir jueces y que no tenga ningún control.
Si haces que el poder judicial dependa del poder político es cuando estás creando al monstruo, en el mejor de los casos, los políticos de los grandes partidos serían esencialmente impunes, al menos mientras gobiernen.
#24 Claro, y la ley también dice cosas muy bonitas del fiscal general del estado app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=1
en particular:
"El Ministerio Fiscal ejerce sus funciones por medio de órganos propios conforme a los principios de unidad de actuación y dependencia jerárquica y con sujeción, en todo caso, a los de legalidad e IMPARCIALIDAD."
Y dime, en el mundo real ¿De quien depende el Fiscal General del estado?.
#41 Me quedo con que los jueces elijan a los jueces claramente, ya que en ese caso los electores son tantas personas como jueces. Si los elije el parlamento los electores reales serán los líderes de los partidos, no los aprieta-botones.
Al día de hoy los electores de unos jueces nombrados por el parlamento serían esencialmente Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
#33 El artículo que pongo si aporta datos sobre que no heredan los puestos de sus padres, lo otro en efecto es una opinión.
Lo que tu me pones ahora no me dice nada sobre el porcentaje de jueces hoy que "en las altas esferas, vienen de familias pertenecientes al estado franquista".
Y yo tampoco tengo datos, pero no me tiene sentido porque hoy la mayoría de los jueces en las altas esferas los elige el PP$OE basándose en criterios de fidelidad al partido no en pedigree.
#23 Me parece alucinante que creáis que la letra de la ley garantiza algo en una persona concreta. En el mundo real, los elegidos por los políticos saben a quien deben su puesto, y lo que tienen que hacer si quieren mantenerlo.
#18 Cierto, pero antes de elegirlos tienen que aparecer en una lista, y esos señores dependen del que hace esa lista y lo saben (sólo hay que ver como botan).
#12 Cierto, y no me preocupa la ideología de los jueces (que es individual), lo que me preocupa son los que deben su puesto a un partido político, porque esos no tienen ideología, esos tienen órdenes.