Esta vez no fue en agosto, sino a principios de octubre. Por tercer año consecutivo, la laguna de Santa Olalla, la mayor de Doñana, se secó, como en los veranos de 2022 y 2023. Nunca antes hubo esta situación, desde que la Estación Biológica de Doñana, del CSIC, comenzó a tomar datos hace medio siglo. “La intensa y prolongada sequía y sobreexplotación del acuífero tienen gran efecto sobre el sistema de lagunas del espacio protegido”. Sólo queda una lámina superficial de humedal residual y barro. Ya sólo se puede hablar de humedales temporales.
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Algunos regios.
- www.eldiario.es/andalucia/sostenibilidad/ultima-laguna-permanente-dona
- www.elmundo.es/andalucia/2024/10/09/6706269dfdddffb29f8b4570.html
Y aquí tenemos las consecuencias de una mala gestión de los recursos hídricos. No creo que sea nada fácil recuperarlo, si es que se puede recuperar.
En los setenta no solo había lagunas sino que las marismas de Doñana tenían medio metro de agua casi todo el año.
www.diariodesevilla.es/andalucia/Junta-Andalucia-compra-hectareas-inun
Doñana estaba sentenciada con toda la regulación desde la sequía del 93, los regadíos son algo puntual de la zona de una cuenca enorme que ha crecido el consumo igual o más: helvia.uco.es/bitstream/handle/10396/8754/berbel3.pdf de 2012, solo una década desde el plan del 93.
Pero allá irán los lameojetes diciendo que da trabajo y genera prosperidad. La suya, en realidad. Al resto que nos jodan; al medio ambiente también.
Pero seguro que con su visión de futuro se les ocurrirá algo para acabar de arreglarlo.
Recordad que mientras cuatro se enriquecen con lo de todos. Todos, incluso los que han de venir, salen perdiendo
Una pena. Solo nos daremos cuenta de la magnitud del desastre cuando ya sea demasiado tarde, como de costumbre.