Siempre queda pendiente la pregunta de ¿Quién ha puesto en marcha todo esto? En la Iglesia se entiende que Dios, luego se puede decir que dentro del creacionismo tiene cabida la evolución de las especies; no son conceptos excluyentes para un creyente actualizado. Llegados a este punto, lógicamente, los ateos niegan la creación y, por tanto, solo les queda la evolución de las especies, teoría que de alguna forma explica la aparición de la multiplicidad de formas de vida pero que no da respuesta a la aparición de la primera célula viva.