La semana pasada los inquilinos de toda España se llevaron las manos a la cabeza al ver que el partido de Carles Puigdemont votaba en contra –conjuntamente con PP, VOX y UPN– de una iniciativa legislativa que hubiera limitado parte de los abusos de precios que inmobiliarias y caseros imponen a los arrendatarios. A nadie sorprendió el voto negativo de la derecha y la extrema derecha española y navarra. Al fin y al cabo, es coherente que la derecha se comporte como se espera de ella; sin embargo, a algunos les sorprendió que Junts per Catalunya..
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Lo que se decía es que hacía falta una mayoría de investidura para un gobierno progresista. Que para cualquiera con un mínimo de comprensión lectora resulta evidente que el adjetivo "progresista" se asigna al gobierno, no a la mayoría de investidura.
Pero recordad, los malos son los "anticapitalistas" de Teresa y Kichi...
Quien se sorprenda de ello no se ha molestado en informarse lo más mínimo, ya no porque sean de derechas sino porque en este caso concreto ya había dejado claro en una votación oficial en el Parlament cual era su postura.
Es como lo que se vendió a Ciudadanos como de centro moderado, cuando cualquiera que hubiese visto sus actuaciones en Cataluña sabía de que pie cojeaba.
Es como si voto a PP o VOX y luego me hago el sorprendido de que no apoyen medidas en principio de izquierdas. De hecho quitando los aspectos territoriales/identitarios, Junts es calcado al PP y es muy típico que parezcan un bloque PP-Junts-VOX en las votaciones del Congreso.