Las bibliotecas han sufrido en carnes propias los efectos de los recortes: cierre de locales, reducción de presupuesto, despido de trabajadores, restricción de horarios, suspesión de actividades, nulas incorporaciones de fondos… Lo de esta mañana ha sido una gota más en el gigante vaso de agravios con los que es posible toparse si eres usuario de bibliotecas y pretendes hacer uso de sus servicios.