#69 Tal cual. Cuando alguien legisla, tiene que pensar en el objetivo final, que no tiene nada que ver con la ley por si sola. Me recuerda el efecto cobra: es.wikipedia.org/wiki/Efecto_cobra
#73 El gran problema que tenemos en las democracias occidentales es que el liberalismo filosófico y político ha desaparecido. Los conservadores se comen a los neoliberales, y los activistas a los liberales moderados. Mientras que los conservadores aceptan cualquier método para lograr sus objetivos, el sector progresista suele aceptar cualquier consecuencia con tal de lograr sus métodos, porque no logran ponerse de acuerdo en objetivos y basan su legitimidad política en criticar los métodos de los conservadores. Es una dinámica que vemos en EEUU y que aquí también tiene su recorrido. Por eso creo necesario replantearnos de un modo más explícito que es lo que queremos obtener como sociedad, y por qué, y hacerlo implica tener unas discusiones incómodas que el mundo político no es capaz de asumir.
#262 Todo el mundo tiene opinión, pero los hechos son los hechos: los eléctricos son cada vez mejores y más baratos.
Todo el mundo tiene un precio en el que ya se comprará un eléctrico. ¿Cual es el tuyo?
#259 Lo que tú pienses es respetable pero irrelevante. Se va a imponer por prestaciones y precio. No ahora, pero pronto.
Medioambientalmente es una mejora significativa, no emiten gases de efecto invernadero y para producirlo se compensa con lo que no emite circulando.
Y isa electricidad, que puede ser 100% limpia, con el de combustión siempre contamina y envenena.
Si llegan los chinos y te venden un utilitario de 300kms de autonomía por 10.000€ que puedes cargar en un enchufe verás dónde se va el miedo y las pegas al eléctrico.
#207 hombre, tienen márgenes brutos del 20-30% (que suele incluir valor de venta - valor de compra de material solamente).
Si bajan un 50%, tendrían pérdidas antes incluso de empezar a contar con lo que cuesta el primer trabajador de la central.
Que los coches son caros no lo duda nadie, pero venimos también de una época de volúmenes de producción altos (menores costes unitarios por economías de escala) y menores costes energéticos. Veo difícil esa bajada, por desgracia.
#253 En informática y en coches eléctricos cada año es un siglo no mires artículos de hace 5 años que ya están obsoletos, especialmente los que hacen predicciones...
Lo de los frenos y neumáticos son problemas a resolver del transporte en general, pero que sólo han reparado ahora que viene el eléctrico porque es ligeramente superior.
Lo de la eliminación tras la vida útil es igualmente otro problema general de cualquier coche pero en el que reparan ahora, centrándose en las baterías que es el miedo que vende. Desde 2019 ha llovido mucho, hay centros que retiran las baterías y les dan una segunda vida como baterías para casas con paneles solares (demandadísimas) o las reciclan al 98%. Es un negocio rentable, nada de subvenciones, por lo que puedes estar tranquilo de que aparecerán más, como la planta que tenemos en Segovia.
De nuevo son asuntos que se resuelven a velocidad de vértigo. Atrás han quedado los días en los que hablaban del CO2 que se producia con cada batería, ahora los fabricantes hacen baterías CO2 neutral.
#206¿? El coche eléctrico no emite nada, es la solución perfecta. Hay quien dice que como para cargarlos puede que s lo mejor en algún momento se use electricidad que emita partículas hay que entender que se emite lejos de las ciudades, no las respira nadie.
#141 Lo racional es lo racional y la realidad es la realidad. La gente se ha adaptado al vehículo privado y las infraestructuras también. Para bien y para mal esto es algo que no tiene pinta de cambiar en un futuro próximo.
#72 Los musulmanes no beben alcohol. Luego está el detalle de que tenemos dos ciudades en África, más un conjunto de islas. También tanto Argelia como Marruecos nos están tocando los cojones con las aguas territoriales... Pero nada, le enviamos un jamón, y resolvemos todo.
#73 El gran problema que tenemos en las democracias occidentales es que el liberalismo filosófico y político ha desaparecido. Los conservadores se comen a los neoliberales, y los activistas a los liberales moderados. Mientras que los conservadores aceptan cualquier método para lograr sus objetivos, el sector progresista suele aceptar cualquier consecuencia con tal de lograr sus métodos, porque no logran ponerse de acuerdo en objetivos y basan su legitimidad política en criticar los métodos de los conservadores. Es una dinámica que vemos en EEUU y que aquí también tiene su recorrido. Por eso creo necesario replantearnos de un modo más explícito que es lo que queremos obtener como sociedad, y por qué, y hacerlo implica tener unas discusiones incómodas que el mundo político no es capaz de asumir.