#9 en la próxima junta de vecinos lo hemos convocado, a ver si da explicaciones de lo de su mujer, y de paso aprobamos la derrama para la bajante, que se atasca cuando llueve
#14#23 Cuando me dio por preguntar a mujeres de mi entorno, no casi todas como dice Fallarás, a mí me salió TODAS. Os cuento algunas de las cosas que me han sucedido a mí. No todas ellas serían constitutivas de delito, pero todas ellas reflejan el mismo problema:
- Que con 11 años un viejo random me toque el coño por la calle.
- Que con 14 uno de veintitantos me emborrache en las fiestas y, por ir al final, acabe corriéndose en mis pantalones (con el correspondiente señalamiento hacia mi persona de todo el pueblo donde ocurrió esto).
- Que con 16 un "amigo" con el que estaba charlando de repente se saque el pene y me coja la mano para ya tú sabes. Dato curioso en este caso, hasta ese momento ese chico me había gustado.
- Que en el metro se me restrieguen tipos de edades variadas
- Que, trabajando de camarera, me hablen mirándome las tetas
- Que me sigan por la calle, uno, dos, tres tipos... gritándome guarradas y descojonándose porque echo a correr.
- Que, estando con mi pareja y siendo yo quien hace las preguntas (en un banco, en una inmobiliaria, etc), respondan mirándole a él y no a mí.
¿Miedo? Miedo, vergüenza... Cuando ni siquiera confías en que te van a creer, sino que más bien tienes claro que hablarlo se va a volver en tu contra, y además te culpas por simplemente haber estado en tal lugar... pues sí, miedo.
#2 David Suárez es el cómico que contratas para la cena de empresa y se tira 20 minutos llamando a los jefes puteros y cocainomanos. Es su seña de identidad. Si no te gusta no lo contrates.
Aviso a navegantes: si alguna vez te ingresan a la fuerza en un psiquiátrico y no supones una amenaza a tu vida o a la de otros, lo que sucede a menudo, cuando tienes la videoconferencia con el juez para autorizar tu ingreso -en ese momento ya te han dopado y te han dejado como una ameba y el juez siempre confirma el criterio del psiquiatra- tienes derecho a solicitar un abogado y el ingreso no se autoriza hasta que hayas visto a un abogado y éste haya presentado ante el juez las alegaciones
- Que con 11 años un viejo random me toque el coño por la calle.
- Que con 14 uno de veintitantos me emborrache en las fiestas y, por ir al final, acabe corriéndose en mis pantalones (con el correspondiente señalamiento hacia mi persona de todo el pueblo donde ocurrió esto).
- Que con 16 un "amigo" con el que estaba charlando de repente se saque el pene y me coja la mano para ya tú sabes. Dato curioso en este caso, hasta ese momento ese chico me había gustado.
- Que en el metro se me restrieguen tipos de edades variadas
- Que, trabajando de camarera, me hablen mirándome las tetas
- Que me sigan por la calle, uno, dos, tres tipos... gritándome guarradas y descojonándose porque echo a correr.
- Que, estando con mi pareja y siendo yo quien hace las preguntas (en un banco, en una inmobiliaria, etc), respondan mirándole a él y no a mí.
¿Miedo? Miedo, vergüenza... Cuando ni siquiera confías en que te van a creer, sino que más bien tienes claro que hablarlo se va a volver en tu contra, y además te culpas por simplemente haber estado en tal lugar... pues sí, miedo.
Yo también sé jugar a eso, lo que pasa es que lo dejé en la adolescencia
"Mi casa es la del banco"
También es conejuda
Siempre fue excepcional. Y excelente.