En un momento del reportaje, se recuerda cómo los restaurantes en Madrid se ven obligados a dejar de servir a las 22:00 horas, porque tienen que cerrar a las 23:00 h. Para ilustrar este hecho, el artículo cita las palabras de un restaurador madrileño, que explica la dificultad de este horario por ser España un país de cenas tardías. Pero es aquí donde ocurre lo extraño. El restaurador se llama Florentino Pérez del Barsa.
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